Elegir silla salvaescaleras

La gran ventaja de las sillas salvaescaleras es que se pueden adaptar a cualquier tipo de escalera y de situación. Sin embargo, esto mismo nos puede hacer dudar y sentirnos perdidos en un mar de ofertas y diferentes modelos.

Para evitarlo lo mejor es dejarse aconsejar por un experto, pero además os aportamos una serie de conceptos y definiciones que os ayudarán a tomar la decisión correcta.

En principio las sillas salvaescaleras se clasifican en “salvaescaleras curvos” y “salvaescaleras rectos”. Esta clasificación la define la configuración de la escalera en la que se desea instalar el equipo.

Salvaescaleras para escaleras curvas:

Cuando tenemos en casa la necesidad de salvar varias plantas o disponemos de una escalera con descansillos intermedios o con curvas, nos tenemos que decantar por la instalación de una silla salvaescaleras curva.

En estos casos, la guía se adaptará totalmente a la disposición de la escalera, ya que se fabricará a medida para esa instalación. De esta forma dispondremos en nuestra vivienda de un producto exclusivo y personalizado que no se puede adecuar a otra escalera.

Existen diferentes modelos de diferentes fabricantes que podrían adaptarse a este tipo de escaleras y el proveedor que nos esté atendiendo nos ofrecerá uno u otro adaptándose a la necesidad del usuario.

Salvaescaleras para escaleras rectas:

Este tipo de sillas son los que se instalan en escaleras sin curvas ni descansillos. Por este motivo suelen ser tramos de escaleras con recorridos cortos y con pendiente constante.

La guía para la instalación de los salvaescaleras rectos se adapta a la escalera existente sólo en cuanto a la longitud, ya que no cabe la posibilidad de realizar giros con ella. Por ello, no requiere de una fabricación especial a medida, basta con adaptar la longitud de la guía a la escalera, cogiendo tramos de guía ya fabricados y que normalmente están disponibles en stock. Por este motivo, el plazo de instalación de estas máquinas es mínimo y pueden servirse incluso en un plazo de 24 horas si fuera necesario.

En ambos casos existe la posibilidad de instalar su silla salvaescaleras a la intemperie, pero siempre teniendo en cuenta que sea un equipo adaptado a la instalación exterior y que incluya su correspondiente funda de protección, para garantizar así una vida útil lo más larga posible.