Plataforma Salvaescaleras

¿Silla o plataforma salvescaleras, elevador unifamiliar?

Si quiere poner algún tipo de salvaescalaeras en su vivienda y ha estado consultando en internet, tendrá la cabeza llena de conceptos como “silla salvaescaleras”, “plataformas verticales”, “elevadores unifamiliares”, plataformas salvaescaleras”…

Y entre toda esta información, ¿Qué es lo que mejor se adapta a sus necesidades y lo que realmente va a solucionar sus problemas de movilidad?

Como siempre, recomendamos seguir los consejos del especialista en accesibilidad de la empresa con la que contacte, pero podemos dar una serie de indicaciones que le orientarán para iniciar su proceso de compra.

¿Dónde se va a instalar?

Lo primero que tenemos que ver es si se va a instalar en un edificio público, en una comunidad de propietarios o en una vivienda particular.

Si la instalación va a ser en una vivienda particular, lo único que tenemos que ver es nuestra propia necesidad en función de si pretendemos facilitar la movilidad a algún familiar discapacitado o queremos facilitar el acceso a diferentes plantas a personas con movilidad reducida o simplemente queremos mejorar las prestaciones de nuestra vivienda e incrementar nuestra calidad de vida.

Si somos una empresa o la instalación se ha de realizar en un edificio público o de libre acceso (como por ejemplo una comunidad de propietarios) lo habitual es que deseemos hacer el lugar accesible para todo tipo de usuario, por lo que lo más recomendable es instalar un equipo que garantice la independencia de personas discapacitadas que en determinados momentos puedan acceder al edificio.

¿Qué uso se le va a dar?

Si se pretende instalar un equipo para nuestra vivienda y nuestro propio uso, tenemos que ver las necesidades de nuestra circunstancia personal.

Las sillas salvaescaleras son una solución ideal siempre que se trate de personas con movilidad reducida, ya que el usuario debe ser capaz de subir y bajarse de la silla aunque le cueste subir escaleras.

También podemos optar por instalar un elevador vertical que no sólo facilita el acceso a diferentes plantas de la vivienda a personas con movilidad reducida, sino que también puede ser utilizado por discapacitados o por toda la familia, permitiendo incluso desplazar objetos entre plantas.

Las plataformas salvaescaleras están especialmente indicadas para el uso de discapacitados si no podemos o no queremos poner un elevador vertical.

Si lo que pretendemos es mejorar la accesibilidad de un edificio público o comunidad de propietarios, tendríamos que optar por plataformas salvaescaleras o elevadores verticales, ya que las sillas no proporcionan independencia a las personas discapacitadas.

¿De qué espacio dispongo?

Una vez que sabemos qué tipo de equipo es el que necesitamos tenemos que ver si es posible su instalación, ya que se requieren unas dimensiones mínimas en función del tipo de máquina.

Para las sillas salvaescaleras, normalmente es suficiente con tener una escalera de 80 cm de anchura (o incluso menos) para poder proceder a su instalación. Estas sillas se pueden adaptar a cualquier tipo y configuración de escalera, por lo que se puede proceder a su instalación prácticamente en el 100% de los casos.

Las plataformas salvaescaleras se adaptan igualmente a cualquier forma de escalera, pero en este caso necesitamos que el ancho de escalera sea algo mayor, aproximadamente a partir de 1 o 1,10 mt se podrá instalar sin problemas. Con este tipo de equipos hay que tener en cuenta también el espacio que necesita en la parte inferior de la escalera para su aparcamiento. El espacio mínimo requerido suele estar sobre 1,40 mts, pero se puede instalar con algo menos valorando una máquina de dimensiones especiales. En todo caso, habría que realizar una medición completa de la escalera para garantizar que no habrá problemas una vez comprado el equipo.

Con los elevadores verticales tenemos que ver la altura total que queremos salvar, en cuántas plantas debe parar, si las entradas y salidas a la cabina en las diferentes plantas son por el mismo lado o no, y por supuesto, el hueco libre del que podemos disponer. En estos equipos, prácticamente la única limitación de espacio es la cabina tenga la dimensión suficiente para que al menos la pueda utilizar una persona. A partir de ahí, se pueden fabricar casi de cualquier medida, adecuándose prácticamente a cualquier hueco disponible. En cuanto al foso necesario, depende del fabricante, pero se suele necesitar entre 10 o 20 cm, lo que facilita mucho su instalación ya que no es necesario romper el suelo existente, suele bastar con retirar la baldosa existente.