Elevador unifamiliar

Elevador unifamiliar y ascensor ¿en qué se diferencian?

Muchas personas piensan en poner un “ascensor” (o incluso un “montacargas”) para poder desplazarse por su vivienda con mayor libertad.

Normalmente, utilizamos diferentes términos para referirnos al mismo tipo de máquinas: elevador unifamiliar, elevador para minusválidos, ascensor, montacargas, plataforma elevadora….

En este post pretendemos aclarar a qué corresponde cada nombre y qué diferencias existen entre unos y otros.

Elevador unifamiliar

El elevador unifamiliar (homelift, elevador para minusválidos, elevador vertical…) es un elevador que permite el desplazamiento vertical de personas en un edificio (tanto particular como público).

De cara al usuario, puede ser lo más parecido a un ascensor convencional, ya que se accede a una cabina y mediante la botonera se selecciona la planta a la que se desea llegar.

Sin embargo, es un equipo muy diferente a un ascensor, sobre todo en cuanto a maquinaria y funcionamiento, normativa a la que se acoge y posibilidad de uso.

Los elevadores unifamiliares en principio se idearon para su uso dentro de viviendas particulares de dos, tres o hasta cinco o seis plantas. Los requerimientos estructurales para su instalación son mínimos ya que precisan de un foso de entre 10 a 20 cm (según el modelo) y una altura en la última planta de 2,5 mts (o incluso algo menos). La tensión que requieren es monofásica y su consumo es aproximadamente 2.500 w (como cualquier otro electrodoméstico), por lo que no se necesita ninguna adaptación especial de la instalación eléctrica de la vivienda.

Estos equipos tienen también la posibilidad de funcionar mediante pulsación constante, es decir, mientras se esté presionando el botón de la planta. Esta opción que en muchos casos puede ser engorrosa, en otros puede ser una medida de seguridad importante según el tipo de usuario que vaya a desplazarse con el elevador.

Una característica muy importante a valorar sobre todo para instalación de un elevador en una vivienda particular, es el ruido que pueda realizar el elevador durante su funcionamiento. Este tipo de elevadores son muy silenciosos, perfectos para que su utilización no suponga una molestia dentro de la vivienda.

Ascensor

Los ascensores convencionales tienen son algo más complejos y  se necesitan unos requerimientos un poco más específicos para proceder a su instalación.

A cambio nos pueden proporcionar más velocidad en su uso y conseguir llegar a completar casi tantas paradas como sea necesario.

Una de las principales diferencias y es la alimentación, ya que los ascensores necesitan tensión trifásica mientras que los elevadores se instalan con monofásica.

Es algo importante a tener en cuenta en el caso de valorar su instalación en viviendas particulares, ya que es raro que en nuestras viviendas tengamos contratada la tensión trifásica.

Otra cuestión a tener en cuenta es el mantenimiento posterior del equipo, ya que en el caso de los ascensores suele ser algo más costoso que en el caso de los elevadores.

En cuanto al foso, de forma estándar necesitan 1,20 mt y en la huída hay que contar con 3,60 mts. Se pueden hacer también con foso y huida reducidos, dimensiones especiales de cabina, etc., pero en estos casos supondrá un aumento del precio que quizá podamos evitar mediante la contratación de un elevador unifamiliar.

En cualquier caso, siempre recomendamos dejarse aconsejar por un profesional, que buscará la mejor opción en cada caso particular, teniendo en cuenta variantes como la frecuencia de uso, las necesidades particulares de espacio y calidades, la posibilidad de disponer de un foso u otro, etc.